jueves, 25 de septiembre de 2008

…Y SIGUE LA EXPLOTACIÓN INFANTIL

El Perú es conocido como un país en el cual las personas buscan la manera más rápida y efectiva de conseguir dinero fácil, lo lamentable de dicho hecho es que hay quienes optan por la manera más escabrosa y denigrante de todas: la explotación infantil, la cual alarmantemente se ha incrementado de manera notable en varios distritos de la cuidad, por lo que ha sido necesario tomar medidas al respecto con el fin de romper con dicho hábito de conseguir dinero. Pero ¿no es este acaso un problema común en la mayoría de distritos? El ver a gente pidiendo o mendigando unos centavos? Lamentablemente siempre lo ha sido, pero lo más alarmante de dicho hecho, es que si bien la mendicidad se ha venido dando en diversos distritos como Surco, ha sido específicamente en este caso, que se ha decidido tomar las medidas necesarias para frenar dicho hábito, sobretodo tratándose de la explotación de menores de edad.

De esta manera la municipalidad de Surco, ha decidido tomar cartas en el asunto con el fin de concientizar a sus vecinos de la gravedad y las consecuencias que dicho hecho trae consigo. Se esta intentando educar a los vecinos de dicho distrito para que no colaboren económicamente con aquellos menores a quienes se les encuentre vendiendo golosinas y/o haciendo demostraciones de piruetas en las calles, ya que lamentablemente no son los pequeños quienes salen beneficiados cada vez que reciben algún tipo de ayuda económica de alguna persona, ya que aunque muchas personas ignoren, la triste realidad es que los que realmente salen beneficiados con dicho hecho, son personas quienes se dedican a explotar a menores de edad obligándolos a trabajar a fin de conseguir dinero a costa de ellos.

Dicho hecho fue dado a conocer por las autoridades de la municipalidad de Surco, quienes manifiestan haber sido testigos de cómo los niños son explotados por dichas personas, ya que manifiestan haber observado como es que los niños son traídos hasta dicho distrito, y luego del transcurso de unas horas son recogidos luego de haber sido obligados a trabajar bajo la supervisión de estos mismos.

Las autoridades de Surco también manifestaron que el número de niños explotados, quienes andan deambulando por las calles en espera de una luz roja de semáforo o bien huyendo al ver policías o personal de Serenazgo, se encuentra entre los 230 y 250 aproximadamente.

Generalmente es fácil divisarlos entre Velasco Astete con Primavera, así como en las intersecciones de la avenida el Polo al caer las seis de la tarde, hora punta en que la mayoría de personas se dirige hacia su casa luego del trabajo, y es que a mayor cantidad de autos transitando, mayor posibilidad de lograr alguna ganancia, ya que de lo contrario son sometidos a arduos castigos como el de dejar de comer o trabajar hasta altas horas de la noche con el fin de llevar a casa o conseguir la cantidad de dinero que se les exige recaudar.

¡LOS VECINOS UNIDOS, JAMÁS SERÁN VENCIDOS!

Para muchas personas las zonas residenciales se han convertido en un bien muy preciado, el cual debe ser respetado tanto por los vecinos del mismo distrito como por el de los demás, sin dejar de mencionar a las diversas empresas, las cuales cuentan con una gran variedad de sucursales en diferentes distritos incluyendo el de Surco. Pero ¿que pasaría si de pronto la tranquilidad de la cual gozan los habitantes de dicho distrito se ve de pronto amenazada por el creciente desarrollo comercial y el incremento desordenado de la misma ciudad?

Me parece importante recalcar que debido a dicho hecho, la tranquilidad de importantes zonas residenciales ha sido inevitablemente sacrificada. Y es que la presencia de un local comercial no solo altera el paisaje de un distrito, sino también provoca problemas de tránsito generando ruidos muy molestos. Esto ha despertado inevitablemente una gran preocupación en los vecinos de Surco, quienes durante años no han hecho más que proteger la tranquilidad de la que gozan en su propio distrito.

Aunque dicha riña entre habitantes del distrito y empresarios del supermercado Vivanda empezó hace mas de dos años, aproximadamente en el mes de julio, por medio de un proyecto aprobado por la municipalidad en el cual se daba luz verde a la construcción de uno de los locales pertenecientes a dicha cadena. El documento no solo otorgaba el permiso de utilizar la instalación perteneciente a un único lote, sino también a otros dos más, las cuales colindaban con Velasco Astete.

Indudablemente dicha acción trajo consigo consecuencias, pues los vecinos no tardaron en manifestarse a través de marchas en las calles, utilizando pancartas y carteles hechos por ellos mismos, los cuales eran y son actualmente fáciles de divisar pegados en las ventanas de algunas casas. Y es que como ellos proclamaban, dicha cadena se supermercados estaba intentando invadir una zona residencial en la cual viven personas quienes como se mencionó anteriormente tienen como prioridad su tranquilidad y no hacen más que defender su derecho como habitantes, alegando que la instalación de un supermercado traería consigo un caos en una zona tranquila y silenciosa pues se trata, como ellos dicen, de una zona residencial más no comercial.

De este modo, por medio de manifestaciones, marchas y quejas y medidas tomadas por los mismos vecinos, como la recolección de firmas, las cuales fueron presentadas en la municipalidad de Lima en busca de una respuesta en contra del proyecto antes aprobado, fue finalmente rechazado alegando la serie de disturbios y caos que generaría la construcción del supermercado en dicha zona. Y es que por más poder que tengan algunas empresas inversionistas en nuestro país, no hay ningún derecho a atentar contra la tranquilidad de los habitantes ningún distrito, sobre todo de quienes han habitado ahí por muchos años y están acostumbrados a un estilo y a una calidad de vida que nadie debe perturbar.

Finalmente, considero que vale la pena destacar la reacción y la forma de actuar frente a dicho hecho por parte de los habitantes del distrito de Surco pues nos han brindado una lección la cual vale la pena aplaudir y tal vez en un futuro imitar, ya que nos han demostrado que todos debemos hacer valer nuestros derechos, empezando por el derecho a la libertad de expresión para poder defendernos así de los agravios y atentados que pretendan cometerse contra nosotros como personas y ciudadanos, pero sobretodo enfatizando que es por medio de la unión y la comunicación entre las personas que es más factible que logremos los objetivos que nos propongamos de una manera satisfactoria.

viernes, 19 de septiembre de 2008

UN DOMINGO EN LA TARDE, ¡¿EN EL JOCKEY PLAZA?!

Los sueños de cualquier joven no pueden ser comparados con el único deseo que alguien puede tener un domingo, recuperar la de toda una semana para comenzar otra, en otras palabras dormir hasta si es posible todo el día. De pronto el sonido del despertador me recalcaba que este día era de gran importancia y debía cumplir mi único objetivo que me había propuesto: El averiguar como es un domingo en uno de los centros comerciales más importantes de Surco, en otras palabras y más conocido como el Jockey Plaza.

Sin perder ningún segundo más me dirigí a la avenida constructores, la más cercana a mi vivienda, para enrumbarme con el Bus de letra C hacía el centro comercial.
En el camino no podía imaginarme lo que hacía. Mi mente me preguntaba a cada instante,¿En que andas pensando en pasar un domingo en el jockey plaza?, ¿Acaso te has olvidado que odias ir de compras y en especial a ese tipo de centros?

No es que tenga algo en contra del Jockey plaza, ¿cuantos de nosotros por lo menos no hemos ido para comprar algo o ir a pasear?, sin embargo siempre yo he sido muy hogareño sobre todo en un fin de semana.

Lo único que pude responder a las ideas que rodeaban mi cabeza fue con un suave suspiro, mas ante mi tristeza de sacrificar un día dedicado para mí la flor de la curiosidad tomo mi corazón

¿Qué es el jockey plaza?, ¿Cómo a si comenzó y aun continua siendo un “boom” relacionado a ventas en Surco?, ¿Qué es lo que atrae tantas personas, de surco y de más distritos?

Al descender del bus y trasladarme por el puente que conecta la avenida Javier Prado hacía la Universidad de lima, la cual se encuentra enfrente del Jockey Plaza, los conocimientos de una investigación antes realizada comenzaron a responderme

El jockey plaza es un centro comercial ubicado en Santiago de Surco, principalmente entre la intersección de la avenida Javier prado y Carretera Panamericana Sur.
Fue el primer gran centro comercial lanzado en el Perú, el cual su apertura de puertas sucedió en el año 1997 comenzando y aun continuando aquella revolución de centros comerciales.

No me había dado cuenta que era muy poca la distancia de caminar desde el puente hacía su entrada de estacionamiento, lo cual me dio un gran alivio porque ganas aun me faltaban para continuar. En mi andar aun faltaba una duda por responder, que tiene este centro gigantesco comercial, que es uno de los más, o el más importante, en el distrito de surco, para que personas desde lugares muy alejados, como ventanilla o san Juan de Lurigancho vinieran de vez en cuando.


Estando frente a frente a la entrada, aquella misma que desde muy infante me hacía renegar por el hecho de saber que cuando venía con mis padres a comprar cosas saldría muy tarde del lugar, miré mi celular y me sorprendió que el reloj marcara las Trece horas y treinta minutos.

Dejando de lado todos los recuerdos y colocando mi objetivo principal sobre todo plano astral, entré al inmenso coloso en donde mi primera reacción fue dirigirme al segundo piso hacía aquel espacio de pequeños locales de comida rápida agrupada delante de distintas pantallas de televisión.

La sorpresa me invadió de tal forma que me dejó sin aliento. Sabía que el lugar era muy agradable, opinión por parte mía y de distintas personas, pero nunca me había detenido por un solo instante para apreciar el ambiente.

Mi mirada no podía enfocarse en un punto preciso porque el movimiento de padres, hijos, novios y amigos eran constante por lo largo de los locales de comida transformándose casi una tarea imposible ubicar un sitio en las mesas ubicadas por la gigantesca aula

Tras sentir el ambiente de cierta importancia y constante movimiento la voz de un conocido me hizo girar. Giancarlo Pali rozas, estudiante de la universidad U.P.C y músico amateur a caminos al profesionalismo, con residencia en surco, se acercó a mí para darme un fuerte abrazo.
En su bondad me convidó un almuerzo, cuando después de los agradecimientos y las palabras de que no debes de pagarme, me atreví a preguntarle que es lo que te atraía venir un domingo.

Al mismo instante que terminé mi pregunta, Maria Alejandra Quispe, vecina y novia de Giancarlo se sentó a nuestro lado.
Como muestra de aprecio me levanté para saludarla y una vez más repetí mi pregunta.
Sus respuestas fueron muy similares. Ellos comentaron que el atractivo principal de pasar un fin de semana en el lugar era que se encontraba muy cerca de sus hogares, de la misma manera que había de todo, si deseaban divertirse podían ir al cine o al “Happyland” (Pequeño parque de diversiones dentro del Jockey Plaza), también si lo que querían era comer se encontraban con la inmensa aula en donde nos encontrábamos y para finalizar mencionaron que todo el centro comercial producía un ambiente que incentivaba ir a visitarlo y pasar un día en el.

Después de comer gratis, me di cuenta que lo mejor era retirarme y no interrumpir. Al caminar por el segundo piso, aun continuaba pensando lo que Gian y Maria me comentaron sobre el ambiente que producía.

Tal vez sea ese el verdadero atractivo, el ambiente que producía en el jockey, sin embargo continué mi recorrido por las distintas tiendas del lugar, viendo como los minutos corrían.

Entré a una tienda que me llamó mucha su atención por la cantidad de gente que se aglomeraba para entrar, era la tienda de la Apple.
Comencé a recordar que hace dos días atrás Diego arista, alumno de la universidad de Lima y estudiante de la facultad de ingieneria, me mencionó que el local de ventas de Apple llamaba mucha la atención de la gente y que era la primera en todo el Perú.

Sin dudar y viendo que aun mi aventura no acababa tenía que entrar. Ya encontrándome adentro las ganas de comprarme una computadora o un IPhone (Los nuevos aparatos que cautivan a todo joven) me ganaban, sin embargo el bolsillo lleno de diez céntimos exacto para el pasaje de regresada a mi morada decían lo contrario.

Entre la multitud aprecié como la mirada de fascinación de los jóvenes resaltaban en sus ojos, pero por parte de los padres y señores de edad que se encontraban se le denotaban en el rostro por sus gestos cierta indiferencia y hasta falta de comprensión de estos aparatos tan modernos.
Me acerqué a una joven de quince años que demostraba gran facilidad y practica relacionado a esos aparatos, Maife Collado tras preguntarle qué hacia una tarde en el Jockey Plaza, comenzó a reírse llegándome a asustar por saber que yo soy despistado conmigo mismo y que tenía el cabello parado o la ropa desarreglada.

Al cortar sus carcajadas me dio un gran alivio tras comentar que hace unos momentos se encontró con un amigo de la escuela que le preguntó lo mismo. Después, prosiguió dictaminando que había venido al Jockey Plaza para comprarse una laptop y que aunque era domingo valía la pena ya que muchas veces se encontraba sin hacer nada en sus hogares y por ser el último día de fin de semana, a unas horas para el colegio de nuevo, también sus compañeros o la mayoría de ellos no podían juntarse por diferentes motivos.

Lo único que podía responderla era afirmando con mi cabeza en un movimiento de arriba hacia abajo mientras sostenía con una mano mi cuaderno y con la otra escribía lo que decía.

Fue en ese preciso instante que me tomó de sorpresa sus palabras, al mencionar que tampoco se sentía mal pasar una tarde en el centro comercial por la ubicación en donde se encontraba. De manera veloz me contó que una vez fue a un centro comercial en el centro de lima, en el cual tras salir de hacer sus compras con su madre fue asaltada.

Lo único que pude responder fue con un lo siento. Ella continuó con su relato al explicarme que a ella nunca le pasó y cree que tampoco en el Jockey Plaza porque es seguro internamente y en sus exteriores.

Deseaba saber un poco más de su opinión ya que sabía que la andaba pasando genial en el uno de los pequeños locales en la inmensidad del centro comercial pero sentía la mirada de los padres de Maife sobre mi cabeza y lo más sabio fue retirarme sin antes darles las gracias.

Un sentimiento de familiaridad irradiaba desde lo más profundo de mi corazón mientras me dirigía a paso lento hacía uno de los centros anexados al Jockey Plaza. Fue en ese preciso instante que observé como un niño sostenía las manos de su padre y madre sin dejar de insistir ir a comer un cono de helado.

De pronto mi mirada se enfocó en una pareja de enamorados que pasaron por mi lado derecho, los cuales tenían una imagen de cursar el último año de escuela y detrás de ellos un grupo de amigos que reían ante comentarios graciosos por parte de cada uno de sus integrantes.

Todas escenas vistas las había pasado en algún momento de mi vida en el mismo lugar donde transcurría, los recuerdos de haber venido con mis padres cuando era niño, el de haber estado caminando sostenido de manos con mi enamorada (la cual motivos del corazón somos dos personas ajenas entre si mismas) y con mis amigos haciendo bromas con el fin de que el tiempo pase.

Tras descender al primero piso, tomé asiento en una de las mesas pertenecientes a una de las cafeterías al aire libre del Jockey plaza. Una señorita vestida de rojo se me acerco para saber que deseaba de tomar o comer. En realidad sabía muy bien que no tenía nada de dinero para gastar y la vergüenza de estar sentado sin comprar nada me hacía sentir peor.

Sin saber que hacer, le dije lo primero que se me vino a la mente y era que estaba esperando un amigo y después de eso pediría algo con el. La joven muchacha solamente sonrío y se retiró. Aun no sabía como me había escapado de eso pero tenía que regresar a mi objetivo.

La cantidad de personas para observar eran imaginables, tanto a sí que algunas salían del local con una cara de alegría, indiferencia, tristeza o preocupación. Era como si todo el lugar era una feria en donde uno podía salir de los juegos ganando, perdiendo o como llegó.

Me mantuve en el mismo sitio por una hora, entre susurros y fuertes voces podía escuchar los planes de hoy día en el lugar, un grupo de niños acompañados por sus padres tenían pensado ir a divertirse en la pista de hielo inaugurada hace unos meses atrás. Una señora de aires de riqueza acompañada del esposo se peleaban porque película ver en las salas de cine, si mejor era una cinta de comedia o de drama.

Un bostezo de cansancio me hizo regresar a la realidad del tiempo. Al sacar de mi bolsillo mi celular me sorprendí con cierta gracia la hora que era. El reloj marcaba las dieciocho horas de la noche.

Sosteniéndome a mi mismo me levanté de la mesa lo más rápido posible para salir lo más rápido posible del centro comercial, con el fin de que la señorita que me atendió en la cafetería no me viera por haber estado sin llegar a consumir algo.

Después haber tomado el mismo bus que me trajo, llegué a mi hogar a las dieciocho horas con treinta minutos. Por inercia abrí la puerta de mi casa y me dirigí de largo a mi cuarto para recostarme sobre aquella cama que había dejado mientras le pedía perdón por haberle sido infiel en este día.

Después de dar unos giros sobre ella, las vivencias vividas ese día en el centro comercial me cambiaron la perspectiva de la situación.
Una tarde en el jockey era no solamente para comprar y aburrirse (en mi caso), sino era todo lo contrario como ir al cine a ver una bella película o estar solamente caminando por lo largo e inmenso del centro comercial con tus amigos, hasta solo y no te podías aburrir.

Mientras continuaba pensando me di cuenta que era la primera vez que no la había pasado mal y que había conseguido lo que me había planeado desde el inicio.
Una tarde en el Jockey Plaza, especialmente un domingo, es divertirse en la teoría y en la práctica. Es un tiempo agitado en donde las personas se mueven por todos lados sin poder saber que sucederá produciendo distintas sorpresas en cada paso dado por los locales que los conforman ya que uno no sabe con quien podría toparse (desde amigos hasta estrellas de la farándula) o que actividad puede suceder (como ventas a mitad de precio a conciertos y eventos de gran masa).

Puedo decir que lo que me cautivó en todo momento fue el ambiente que producía el centro comercial y los mismos que lo visitaban.

Tal vez no crea que por mi parte cometa esa locura que se volvió cordura al final pero les puedo asegurar que si desean no aburrirse y llorar por el lunes que se acerca, vean con sus propios ojos que en aquel popular centro comercial no podrá aburrirse más que estar sin hacer nada.

Vandalismo, una triste realidad

Hace ya bastante tiempo, los vecinos surcanos viven atemorizados por el incremento del vandalismo en el distrito. Y es que, aunque es considerado por la sociedad limeña como un típico distrito de clase media; se encuentra, según sondeos, entre los seis más afectados por el vandalismo en Lima Metropolitana.

- El vandalismo se desarrolla más que todo en el fenómeno de las barras bravas, puesto que la mayoría de jóvenes toman como hobby alentar a su equipo lo que muchas veces conlleva a acciones de vandalismo. Es molesto, pues estos grupos pasan por mi casa y a veces, originan peleas. Lamentablemente, no veo que la Municipalidad haga algo al respecto –comentó Piero Caballero, joven residente en Monterrico–.

En los últimos años, se han formado variedad de barras bravas en Surco, existe por los menos una de cada “equipo grande” limeño y, en su intento por demostrar cuál es la preponderante en la zona, realizan destrozos y ponen en peligro la integridad de los vecinos.

- Es para hacer respetar el territorio, los graffiti tienen la misma finalidad, es para que sepan que es tu zona. No hay intención de lastimar a nadie –dijo Guillermo Macedo, integrante de la barra de Universitario de Deportes: MTRU–.

Se ha convertido en un hecho cotidiano el encontrar pedazos de piedras tiradas en las pistas y encontrar rotas las cabinas de telefonía pública; y es que, son las principales avenidas el escenario favorito de estos actos vandálicos.

- Como distrito pionero debemos erradicar el vandalismo. Uno ya no puede caminar tranquilo en las noches y el municipio parece no tener respuesta –comentó Renato Bravo, un joven que gusta de caminar y hacer deporte en su distrito, pero que ve su hobby frustrado por la existencia del vandalismo–.

Otros jóvenes, como Bruno Castellanos, opinan que estos grupos surgen ante la carencia de algunos satisfactores básicos: “Todo este fenómeno del vandalismo se da por la necesidad que tienen muchas personas de llamar la atención y sentirse parte de algo. No tienen otra cosa en que ocuparse”, acotó. El mismo joven, se expresó su descontento con el accionar de la municipalidad para contrarrestar este fenómeno: “Quizá la municipalidad y el serenazgo intervengan cuando hay eventos de gran magnitud, pero en situaciones cotidianas no hacen nada, no están preparados”.

Sin embargo, se conversó con un miembro del cuerpo de serenazgo de nombre Salvador Salas quien comentó que sí se toman medidas preventivas y de acción para combatir el vandalismo.

- La municipalidad y el serenazgo dispone de numerosas patrullas que rondan por todo el distrito, además existe un puesto de control cerca de cada sector. Otra medida que se ha tomado es poner serenos en bicicleta al pie de los puentes peatonales pues es de ahí de donde parten en gran medida los actos vandálicos. Por último, se pide la colaboración de los vecinos para que nos ayuden y a penas vean un acto por el estilo nos llamen y podamos solucionar el problema –acotó–.

El distrito de Surco es bien visto por la sociedad de limeña, se jacta de ser el “distrito pionero”; no obstante, a testimonio de los propios vecinos, sufre un fuerte problema de vandalismo que la municipalidad con problemas intenta erradicar o al menos controlar.

DEPORTE PARA TODOS. Crítica al cobro por la utilización de losas deportivas en Surco.

Viernes por la tarde, y la ilusión de una nueva “pichanga” comenzaba. Apenas llegaba a mi casa luego del colegio, almorzaba y casi sin descanso me dirigía a la “canchita” de mi barrio, donde me encontraba con mis amigos del colegio; quienes, como yo, estaban listos para un nuevo partido. Las horas pasaban se hacía de noche y bajo la tenue luz proyectada por los postes de alumbrado las pichangas no paraban.

- Es mucho mejor jugar contra desconocidos (que ya eran conocidos pues siempre iban a la misma cancha que nosotros) que hacerlo entre nosotros, así nos exigimos más –opinaba su joven escritor–.

Más de un año la misma rutina, no nos aburríamos; no había nada mejor que esas pichangas de los viernes. Hasta que un día, algo cambió: nuestro “Estadio Nacional” ya no tenía arcos.

- La municipalidad se los llevó, dicen que para pintarlos –Nos comentó un chico que solía jugar contra nosotros–.

Nunca volvimos a jugar en esa cancha. Las pichangas no cesaron, pero tuvimos que buscarnos otro recinto deportivo (esta vez ya no sería gratuito). Fue el fin de un ciclo.

Hoy las cosas han cambiado. Es difícil encontrar canchas gratuitas donde los jóvenes y niños puedan practicar deporte. Ahora, encuentras gran variedad de canchitas pero todas enrejadas y con costos variados.

A veces paso por mi añorada canchita, luce tan vacía, parece que aún siguen pintando los arcos; sin embargo, muchos niños siguen jugando ahí, dos piedras han sustituido a las porterías y la regla de goles por debajo de la rodilla parece regir en este campo. Otros jóvenes han optado por pagar para poder jugar una buena pichanguita.

Los sábados por la mañana las losas deportivas están totalmente copadas, generalmente por universitarios y hombres mayores que estudian o trabajan los días de semana e intentan relajarse durante el fin de semana. En la losa “La Medalla Milagrosa”, la señora Consuela se encarga de recolectar el “pasaje” y tiene la llave que nos permite la entrada a este recinto. “Un sol por cabeza, haber todos de una vez”, habla apurada la señora.
“No pues seño, si somos nosotros los chicos del barrio no nos va a cobrar un sol”, reclama Rodolfo Gómez-Sanchez, un joven estudiante de la Universidad Ricardo Palma que orilla los veinte años y hace tiempo dejo de ser un niño. La señora, conociéndolos de toda la vida responde: “Hay verdad, ustedes los niños denme una “china” nomás”.

Muchas veces se arman grescas en las canchas, no es raro que los mayores se adueñen de las losas y voten a todo joven que este jugando en ellas bajo la excusa de que son vecinos y tienen prioridad sobre la cancha. “Nosotros somos vecinos y venimos a jugar aquí todos los sábados a esta hora, a ustedes les corresponde la cancha del otro parque”, nos grita un hombre moreno y alto con su pelota en el brazo. Para evitar desmanes, la señora Consuela nos pide que nos retiremos pues dice que esos hombres son muy “malosos” y no respetan a nadie.

Si bien es cierto que, la intención de la municipalidad al cercar las losas deportivas fue ordenar un poco la situación existente, además de acallar las quejas de los vecinos con respecto a vidrios rotos y paredes sucias, se le ha quitado a los jóvenes una de las pocas actividades sanas y gratuitas que podían realizar.

- Hay que decirle a nuestros viejos que no voten por el mismo alcalde hasta que nos devuelva nuestros arcos –comentaba Manolo Aparicio con toda seriedad–.

Y es que, si buscamos un distrito sin pandillaje, drogadicción y jóvenes emprendedores, no podemos arrancarles las pocas distracciones sanas que pueden tener en estos días. Es importante llegar a una conciliación, en busca de orden y limpieza la municipalidad puede enrejar las losas, pero no esta bien cobrarle a los jóvenes por el derecho de jugar fulbito en una cancha pública.

Respeto guardan respetos, y así como son respetables las quejas de los vecinos con paredes sucias y vidrios rotos, hay que escuchar también a los jóvenes que son el futuro de este distrito.

¡Viva el deporte!
¡Viva la vida sana!

EL ROSTRO TURÍSTICO DE SURCO

Santiago de Surco es uno de los distritos con más historia de nuestra gran ciudad, paseando por sus calles se conjugan el pasado y el presente.

Hace mucho tiempo Santiago de Surco fue conocido por sus fértiles tierras donde se cosechaban las mejores uvas del valle de Lima y se fabricaban los vinos y piscos más conocidos de la ciudad.
Hoy ese pasado se mezcla con la modernidad propia de la ciudad y el resultado es un distrito con un rostro moderno que conserva sus tradiciones y su antiguo centro histórico.
Aún algunos de los antiguos viñedos, uno de ellos es el “Viñedo San Lorenzo” ubicado en el centro histórico del distrito, en este lugar no se deja de producir y sus puertas están abiertas todos los días.

La plaza de armas esta flanqueada por el Palacio Municipal, el Complejo Parroquial Santiago Apóstol y el famoso restaurante “El Rosedal”, es una de los principales atractivos turísticos que atrae todos los fines de semana a un buen número de residentes y visitantes.
“El Rosedal” es famoso por su coliseo de gallos, en donde se realizan grandes batallas acompañadas por suculentos platos y presentaciones de grupos de música criolla.
Saliendo del centro del distrito se encuentra el “Parque de la Amistad” ubicado en la avenida Caminos del Inca que tiene como principales atractivos al “Arco Morisco”, monumento donado por la comunidad española del Perú y un tren de principios de siglo que recorre todo el parque. Además cuenta con áreas verdes, una reproducción a escala de la plaza de armas del distrito y un moderno centro cultural donde se cultivan distintos bailes tradicionales del Perú como la marinera, el negroide, etc.

La Loma Amarilla es un pequeño cerro en donde pueden avistar una gran cantidad de especies de aves, es ideal también ascender hasta lo más alto y tener desde ese lugar una espectacular vista panorámica del distrito. Este lugar está colmado de árboles y de muchas especies vegetales, es ideal para los amantes de la naturaleza.
En la avenida Javier Prado se ubica el centro comercial más grande del Perú: el Jockey Plaza Shopping Center, que cuenta con grandes tiendas por departamento, boutiques de las marcas más exclusivas, un food court, multicines, finos restaurantes y centros de esparcimiento para niños.

Al costado de este centro comercial se encuentra la sede social del Jockey Club del Perú, lugar donde se ubica el Hipódromo de Monterrico. Allí se realizan semanalmente carreras de caballos donde los visitantes pueden apostar y divertirse.

Surco está en contacto con su pasado y con el siglo XXI y eso se puede comprobar paseando por sus calles y visitando sus atractivos.




Abriéndole las Puertas a la Sensibilización Ecológica


La Municipalidad de Santiago de Surco es la pionera a nivel nacional, en la gestión de Separación de Residuos.
Esta entidad, con el apoyo de un grupo de jóvenes promotores ecológicos, ha ido desarrollando con éxito desde junio del año 2000 en el distrito un Programa de Segregación de Residuos Sólidos (papel, cartón, plástico, vidrio y metal) bajo el lema: "En Surco la Basura Sirve". Esta actividad es la primera experiencia municipal de reciclaje que funciona y crece en el Perú.

El manejo de los residuos sólidos es un aspecto importante de la labor municipal. El método tradicional consiste en enviar los residuos al relleno sanitario donde son enterrados sin tratamiento alguno, convirtiendo la zona en un verdadero foco de contaminación y peligro latente para las generaciones futuras. Surco está desarrollando un sistema de recojo selectivo que permite aprovechar los residuos reciclables para que luego vuelvan a insertarse en el ciclo productivo. El recojo selectivo permite a su vez aprovechar la fracción orgánica de los residuos para obtener abono orgánico: un ciclo perfecto.

Como proceso de sensibilización de los vecinos hacia esta interesante campaña, la municipalidad brinda puerta a puerta información por medio de capacitadores ambientales, quienes responden todas las inquietudes acerca del tema.

De esta manera y gracias al mostrado interés por la ecología del actual alcalde de Surco, Juan Manuel del Mar Estremadoyro, se renovó el programa el año pasado en todos los locales municipales y en algunos colegios y condominios del distrito.

En los colegios y locales municipales se fomenta la separación de los materiales en 5 grupos:
Tacho de color azul: papel y cartón, tacho rojo: plásticos, tacho negro: restos orgánicos tacho verde: vidrio, tacho amarillo: metales. Hoy en día un aproximado de 4000 familias se encuentran bajo el sistema de recojo selectivo y alrededor de 16 colegios.
Mientras que los vecinos utilizan un sistema más práctico: el llamado sistema dual. El cual consiste en colocar los residuos reciclables generados diariamente en el hogar en bolsas especiales (distintos colores) proporcionadas de forma gratuita por la municipalidad cada semana. El recojo de estas bolsas es semanal, dependiendo del sector de Surco en que viva el contribuyente.

La respuesta de los vecinos ha sido notablemente favorable. Entre ellos, incluso, han surgido promotores que han ayudado a convencer a sus vecinos y amigos a que participen. Otros, le hacen llegar a la municipalidad algunas ideas para mejorar este sistema. La aportación de estudiantes universitarios ha sido primordial para aligerar el crecimiento del programa: integrantes nuevos, otro espíritu para crear un cambio de nuestra actitud hacia nuestro medio ambiente.
Sin duda, el empeño y ganas que se va demostrado, junto con la inquietud de la comunidad por el porvenir de la tierra, puede conducirnos a un desarrollo sostenible de nuestra ciudad, ya que viéndola desde esta perspectiva naturalista: La Basura, también es un recurso.