viernes, 19 de septiembre de 2008

DEPORTE PARA TODOS. Crítica al cobro por la utilización de losas deportivas en Surco.

Viernes por la tarde, y la ilusión de una nueva “pichanga” comenzaba. Apenas llegaba a mi casa luego del colegio, almorzaba y casi sin descanso me dirigía a la “canchita” de mi barrio, donde me encontraba con mis amigos del colegio; quienes, como yo, estaban listos para un nuevo partido. Las horas pasaban se hacía de noche y bajo la tenue luz proyectada por los postes de alumbrado las pichangas no paraban.

- Es mucho mejor jugar contra desconocidos (que ya eran conocidos pues siempre iban a la misma cancha que nosotros) que hacerlo entre nosotros, así nos exigimos más –opinaba su joven escritor–.

Más de un año la misma rutina, no nos aburríamos; no había nada mejor que esas pichangas de los viernes. Hasta que un día, algo cambió: nuestro “Estadio Nacional” ya no tenía arcos.

- La municipalidad se los llevó, dicen que para pintarlos –Nos comentó un chico que solía jugar contra nosotros–.

Nunca volvimos a jugar en esa cancha. Las pichangas no cesaron, pero tuvimos que buscarnos otro recinto deportivo (esta vez ya no sería gratuito). Fue el fin de un ciclo.

Hoy las cosas han cambiado. Es difícil encontrar canchas gratuitas donde los jóvenes y niños puedan practicar deporte. Ahora, encuentras gran variedad de canchitas pero todas enrejadas y con costos variados.

A veces paso por mi añorada canchita, luce tan vacía, parece que aún siguen pintando los arcos; sin embargo, muchos niños siguen jugando ahí, dos piedras han sustituido a las porterías y la regla de goles por debajo de la rodilla parece regir en este campo. Otros jóvenes han optado por pagar para poder jugar una buena pichanguita.

Los sábados por la mañana las losas deportivas están totalmente copadas, generalmente por universitarios y hombres mayores que estudian o trabajan los días de semana e intentan relajarse durante el fin de semana. En la losa “La Medalla Milagrosa”, la señora Consuela se encarga de recolectar el “pasaje” y tiene la llave que nos permite la entrada a este recinto. “Un sol por cabeza, haber todos de una vez”, habla apurada la señora.
“No pues seño, si somos nosotros los chicos del barrio no nos va a cobrar un sol”, reclama Rodolfo Gómez-Sanchez, un joven estudiante de la Universidad Ricardo Palma que orilla los veinte años y hace tiempo dejo de ser un niño. La señora, conociéndolos de toda la vida responde: “Hay verdad, ustedes los niños denme una “china” nomás”.

Muchas veces se arman grescas en las canchas, no es raro que los mayores se adueñen de las losas y voten a todo joven que este jugando en ellas bajo la excusa de que son vecinos y tienen prioridad sobre la cancha. “Nosotros somos vecinos y venimos a jugar aquí todos los sábados a esta hora, a ustedes les corresponde la cancha del otro parque”, nos grita un hombre moreno y alto con su pelota en el brazo. Para evitar desmanes, la señora Consuela nos pide que nos retiremos pues dice que esos hombres son muy “malosos” y no respetan a nadie.

Si bien es cierto que, la intención de la municipalidad al cercar las losas deportivas fue ordenar un poco la situación existente, además de acallar las quejas de los vecinos con respecto a vidrios rotos y paredes sucias, se le ha quitado a los jóvenes una de las pocas actividades sanas y gratuitas que podían realizar.

- Hay que decirle a nuestros viejos que no voten por el mismo alcalde hasta que nos devuelva nuestros arcos –comentaba Manolo Aparicio con toda seriedad–.

Y es que, si buscamos un distrito sin pandillaje, drogadicción y jóvenes emprendedores, no podemos arrancarles las pocas distracciones sanas que pueden tener en estos días. Es importante llegar a una conciliación, en busca de orden y limpieza la municipalidad puede enrejar las losas, pero no esta bien cobrarle a los jóvenes por el derecho de jugar fulbito en una cancha pública.

Respeto guardan respetos, y así como son respetables las quejas de los vecinos con paredes sucias y vidrios rotos, hay que escuchar también a los jóvenes que son el futuro de este distrito.

¡Viva el deporte!
¡Viva la vida sana!

1 comentario:

Erwin dijo...

opino lo mismo, el deporte es para la salud de todos, los que vivimos en surco debemos disfrutar del deporte , muchos lo hacemos para poder liberarnos del stress…